viernes, 15 de mayo de 2009

Capitulo 13

CAPITULO GUARDABARROS (13)

Jared se alarmó nada más ver el número de Chad reflejado en la pantalla de su móvil. Antes del segundo tono, Jared ya estaba pegado al auricular.

- ¿Sí? ¿Qué ha pasado?

- Jared...estoy en el hospital.

- ¿QUÉ? - su voz sonó desesperada - ¿por qué? ¿qué ha pasado? ¿Jen está bien?

- Parece que el tal Kripke no fue solo a su cita con Jen, y le han dado una paliza.

Unas lágrimas resbalaron aceleradamente por la cara del moreno y su respiración se aceleró, Chad se dio cuenta en seguida de eso por lo que le trató de calmar.

- Tranquilo, Jay, él está fuera de peligro.

- ¿Fuera de peligro? Osea que hubo un momento en el que su vida corrió peligro. Joder Chad, soy la puta escoria. Voy para allá

- Vale, pero tranquilo por favor, no sirve de nada que tengas un accidente tú también.

- Tío, mi novio casi se muere y tu quieres que me tranquilice - cuando dijo esto ya estaba en el coche - llego en diez minutos.

Colgó sin dejar contestar a Chad, tenía razón, debía calmarse, matarse con el coche era lo menos apropiado.

Llegó en el tiempo estimado y cuando entró en la recepción del hospital, prácticamente asaltó a una enfermera.

- Perdone, ¿sabe cual es la habitación de Jensen Ackles?

- ¿Es usted periodista? - Jared la miró asombrado, ¿a qué coño venía eso?

- No, ¿ve usted alguna cámara o un micrófono?

- ¿Pariente cercano? - monocorde, la tía era totalmente monocorde

- No, soy su…

- Entonces no puede pasar.

-¿QUÉ?

- Jared!! - Chad se acercó corriendo desde el final del pasillo - por aquí.

El alto echó a correr en dirección a Chad, haciendo oídos sordos a los gritos de la enfermera.

A la entrada de la habitación de su novio había acampados una decena de periodistas, que nada más verle le abordaron a preguntas.

- ¿Es usted familiar de Jensen?

- Amigo especial, tal vez

- ¿Ha tenido una sobredosis?

- ¿Es cierto que le expulsaron del campeonato por consumir drogas?

El alto se mareó con tanto atosigamiento y Chad comenzó a echar a gritos a los carroñeros.

Entraron en la habitación y Chad cerró con llave para que no les molestaran, cerró del todo las cortinas de la ventana ya que no sabía de qué eran capaz esos buitres dejando unos milímetros de visibilidad. A lo mejor se inventaban cualquier chorrada.

Al moreno se le cayó el mundo encima cuando vio a su chico con una sonda en la nariz y otra en el brazo terminada en una bolsa de suero. Tenía la cara llena de cortes y moratones y algunos puntos, un cabestrillo en el brazo derecho con su muñeca abierta aprisionada en un fuerte vendaje.

No llevaba uno de esos babis gigantes de enfermo con los que se te ve todo el culo, sino que llevaba unos pantalones blancos de pijama y su torso no tenía una camiseta, ya que estaba cubierto de un vendaje alrededor de las costillas y una gasa con una pequeña mancha roja a la altura del abdomen al lado izquierdo.

Jared se llevó las manos a la cabeza y las deslizó hasta sus ojos tapándoselos completamente.

- …Dios…

Chad se puso enfrente de él y le abrazó con fuerza. Jared se puso a sollozar

- Lo siento Jay, todo ha sido por mi culpa, llegué demasiado tarde.

Jared se retiró de él y vio que de sus ojos manaban lágrimas arrepentidas y tristes.

- ¿Qué dices tío? No es culpa tuya, es mía, no debí dejarle marchar, de no ser por ti, seguramente estaría en algún callejón muerto.

- En realidad… - ambos chicos abrieron los ojos como platos hasta que casi les tocaban las pestañas el pelo -la culpa fue mía, por gilipollas.

Se dieron la vuelta a una velocidad de vértigo. Jensen se había despertado y su voz sonaba ronca y lenta debido a la sonda nasal.

Chad salió corriendo de la habitación para llamar a un médico-enfermera-lo que fuera y de paso a los de seguridad para alejar a toda esa carroña de periodistas.

Pero Jared se quedó inmóvil viendo los ojos esmeralda del rubio que ahora se veían horribles por las ojeras, las lágrimas volvieron a escena.

- Jen, yo…

Un hombre con una bata blanca entró en la habitación seguido por una enfermera de unos 26 años. El hombre se acercó a Jensen.

- ¿Qué tal te encuentras muchacho? Soy el doctor Manners.

- Bien…creo. Me duele todo.

- Eso es normal, en un par de días podrás irte. La costilla rota se curará en unos quince días, y la herida del abdomen tardará algo mas, pero te hemos dado puntos así que tendrás que tener cuidado con los movimientos que hagas.

- Vale. - la voz del rubio sonaba cansada.

El doctor retiró con cuidado la sonda de la nariz del enfermo que casi se ahoga. Miró a Jared antes de salir de la habitación y le dedicó una sonrisa que tranquilizó al muchacho. Cuando cerró la puerta, un silencio incómodo se volvió a adueñar de la habitación. Pero claro, Jensen era demasiado infantil como para aguantar eso.

- Ya le has oído, nada de follar hasta nuevo aviso. - una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en su cara, pero a continuación hizo una mueca de dolor, los puntos de la ceja y la mejilla le tiraban demasiado.

- Jen…no hagas bromas con esto por favor - la cara del rubio cambió a tristeza al ver como la cara de su novio se deshacía en lágrimas.

- No ha sido culpa tuya. Solo fue mía, si te hubiese hecho caso, nada de esto habría pasado, siento..siento haberte hecho llorar.

El alto se abalanzó sobre el bajo y con cuidado de no hacerle daño le abrazó. Este le devolvió el cariño acariciándole la espalda con la mano libre.

De pronto la puerta se abrió y apareció nada más y nada menos que el huracán Donna Ackles, seguida de la tormenta perfecta Mac.

-¡CariñoJenny! - lo dijeron a la vez.

Su madre se llevó las manos a la cabeza y empezó a hablar descoordinadamente.

- Por el amor de Dios….mi pequeño…mi bebe…. ¿quien te ha hecho esto? Le voy a matar….mi tesoro…. ¿estas bien?....

- Jenny, estas tonto, como te dejas pegar…..pero si tu siempre ganabas a los que se metían conmigo…..menos mal que estaba aquí Jared….eres tonto……

- Eh eh eh, por dios, bajad la voz, me voy a quedar sordo.

Su madre y su hermana hicieron caso omiso y volvieron a la carga, le invadieron con millones de preguntas, al parecer no estaban al tanto de que hubiera sido Kripke por lo que decidió omitir los detalles. Su versión fue que le asaltaron en mitad de la calle.

Cuando por fin se fueron, Jared se sentó a su lado.

- Dios, que día más largo.

- Dímelo a mí, estoy reventado.

- Lo siento, por haberte dado este susto.

- No digas bobadas. - Jared cogió su chaqueta. Parecía dispuesto a irse, pero antes de alejarse del rubio, noto que algo se agarraba a su camiseta. Se giró y vio unos ojos tristes.

- Jay…¿te importa quedarte conmigo esta noche? Los hospitales me dan miedo.

Jared contuvo una risa.

- No pensaba irme de aquí. ¿estás tonto?. No te voy a perder de vista.

- Bueno, vale.

Jared depositó la chaqueta en un armario, que era lo que tenía en mente antes de que Jensen le suplicara quedarse, y se sentó a su lado.

- Esto…¿qué es eso de que te dan miedo los hospitales?

Mierda.

Cuando Jensen se lo dijo, se le escapó, se suponía que era su secreto.

- Yo…yo no he dicho eso.

Que mal se le daba mentirle. Al resto vale, pero a su novio era 100% imposible.

- Jensen….

- Jop, vale. Te lo cuento. Pero no te rías vale.

- Te lo prometo.

- Cuando era pequeño, me operaron de los oídos porque tenía una infección. Yo, como era claro, estaba acojonadisimo de la vida. Pero el médico me dijo que me iba a dar un globo, así que me alegre, todo el camino hasta el quirófano le pregunté por el dichoso globo y cuando llegamos me colocaron unos parches en el pecho y me dijeron “Toma globo” y los muy hijos de puta me pusieron la máscara de la anestesia. Desde entonces asocio los hospitales con mentiras, te pueden prometer una piruleta y al despertar encontrarte con un riñón de menos. Por eso cuando me llevaste a tu casa no quería ir al médico.

- Aja….ujjmm….ujmjmm…pffffffff JAJAJAJAJAJAJAJAJA

- EH! Me dijiste que no te reirías. Eres un mentiroso.- Le lanzó la almohada a la cara.

- Lo siento tío, pero…admítelo, eso es tonto de cojones. Es divertido.

- No te vuelvo a contar nada. - Jensen recogió su almohada y la colocó como buenamente pudo con la única mano libre. Giró la cabeza y puso cara de indignado.

Jared se levanto y le hizo carantoñas.

- Anda, no te enfades… ¿Te cuento yo un secreto?

- Déjame en paz.

- Anda…que te vas a reír mucho. Nunca se lo he contado a nadie.

- Que me dejes, coño.

- Que si tonto, escucha…Una vez me estaban contando un chiste mientras comía fresas, y me reí tanto tanto que me atragante y una fresa me salió por la nariz.

Jensen giró la cabeza con cara de sorpresa que rápidamente se transformó en una sonora carcajada.

- JAJAJAJA, ala que estupido,…ostias….que me meo….JAJAJAJA….AUCHH, joder

Se llevó la mano al abdomen y puso cara de dolor. Jared levantó la sabana para comprobar que los puntos seguían en su sitio. Menos mal.

- ¿me perdonas por haberme reído de ti?

- Si tonto, anda, dame un besito de buenas noches.

Jared le dio un casto beso y dejo que se recostara. Él se sentó en un sillón que había pero vio la cama libre de la habitación y pensó ¿Qué coño? Se tumbó cuan largo era y sonrió una última vez antes de quedarse sobado porque Jensen estuviera bien.

TBC

2 comentarios:

chaouen dijo...

ufff, esa imagen de Faith como me pone Nukitaaaaaaaaaaa!!!!!!!!

muakisssssssssssssss

Handy dijo...

fuaaaaaaaaaaa pa tirar ajjajaja
ya as oido nada de follar
jajaja
Toma globo xdxd k estupidez pero lo goza ajjajaja y ala fresas por la nariddd
jajajaja
blanca ahora k ya toy a tono necesito nuevo capi pero hasta el viernes no te aseguro su lectura jajaj